Desde el principio tenía claro para mí que lo más importante sería el uso de recurso digitales, era el comienzo de internet y había un mundo por descubrir para emplearlo en la enseñanza, siendo consciente a la vez que era una manera de enseñar diferente al que estábamos acostumbrados.

Desde entonces he estado a la última de la aparición de Tics que ha revolucionado la manera de enseñar que fermenta una educación más participativa. Desde la creación de videos tutoriales para que el alumnado pueda volver a ver la explicación cuando le sea conveniente a ejercicios interactivos para que al repasar la autoevaluación sea inmediata, entre muchos más.

El uso de la lengua inglesa desde el minuto uno, empatizando la pronunciación pudiendo grabar mi propia pronunciación para que los alumnos pudieran escucharlo y practicarlo cuando quisieran.

El reducido número de alumnos posibilitaba en todo momento que la atención no decaiga manteniendo una actitud proactiva, además de la utilización de técnicas de enseñanza para asegurarme de ello.

Crear un equipo único en cada clase, donde todos estamos subidos al mismo barco y remamos hacia la misma meta ayudándose los unos a los otros en el aprendizaje del idioma.

Cada clase tiene intereses en común, aprovechar esos intereses comunes proporcionado en actividades para crear unas clases amenas e interesante para ellos.

Emplear las diferentes teorías en el aprendizaje a lo largo de la historia que han resultado por si solas ineficientes (método directo, método estructuralista y método natural), mezclándolas en el momento apropiado para convertirlas en eficientes, orientados a la conversación.